Diego Armando Maradona sostuvo una relación durante casi dos años con una adolescente matancera llamada Mavys, a quien conoció durante su estancia en La Pradera, clínica de La Habana en la que permaneció intermitentemente desde 2001 hasta 2005, bajo tratamiento por su adicción a las drogas.
De acuerdo con un artículo publicado en el medio argentino Infobae, el astro del fútbol conoció a su primera amante cubana por mediación de su amigo Carlos Ferro Viera, quien lo acompañó durante su estancia en la Isla.
Por ese entonces, la menor estaba en La Pradera visitando a su madre, que trabajaba en el complejo turístico exclusivo como mucama, y aunque Maradona quedó encantado con ella, no comenzaron una relación y Mavys volvió a Matanzas.
Fue Ferro Viera quien la visitó luego para convencerla de reunirse con Maradona, pero la cubana solo aceptó con la condición de que en el encuentro estuvieran su madre, su abuela e incluso su novio.
Entretanto, Maradona hizo varios viajes desde La Habana a Matanzas para visitarla. En uno de ellos, según el reporte, sufrió un accidente automovilístico grave que casi le cuesta la vida y que fuera reportado por la prensa argentina.
En el incidente, reseñó el diario Clarín en septiembre de 2000, Maradona estuvo atrapado durante una hora dentro de su camioneta 4x4, luego de chocar contra un ómnibus a unos 20 kilómetros al este de La Habana. Según ese reporte, en el automóvil lo acompañaba Ferro Viera.
"Íbamos a cenar con unos amigos que Diego había conocido buceando en Varadero", contó el también empresario en esa ocasión.
Finalmente, Mavys se fue con Maradona a La Pradera, tras separarse de su anterior pareja, afirma Infobae.
"Ambos pasaban largas jornadas encerrados sin que nadie los viera asomarse de la habitación. Pero esto, dicen, también tenía que ver con los celos del astro, que no quería que ningún hombre osara siguiera mirar a su chica. En una oportunidad, Diego había ido con ella a la disco Macumba Habana, donde terminó a las trompadas con alguien que le había dicho un piropo a la joven. Y fue a partir de ese momento que decidió hacer viajar a su seguridad a Cuba, como para no resultar lastimado cuando trataba de ahuyentar a los admiradores de su novia", cuenta el reportaje.
El próximo capricho de Maradona habría sido llevarse a Mavys consigo a Argentina para que lo acompañara en el partido homenaje que se organizó el 10 de noviembre de 2001 en la cancha del equipo Boca Juniors.
Según Infobae, que no menciona la fuente de sus revelaciones, el futbolista trató de meterla dentro de un bastidor que utilizaba para transportar botines, pelotas e implementos deportivos en sus viajes. "Quiero que le hagan agujeros para que pueda respirar", habría pedido Maradona a los empleados que lo asistían en La Pradera.
Fue tanta la obstinación de Maradona que su mánager Guillermo Coppola pidió una reunión con Fidel Castro para pedirle una autorización para que Mavys viajara fuera del país. El dictador aceptó, con la condición de que la adolescente regresara a la Isla en un plazo no mayor de 20 días.
En Buenos Aires, Mavys permaneció alojada en el Hotel Hilton junto al astro, quien pidió a sus amigos más íntimos que se encargaran de cuidarla en su ausencia, así como mantenerla lejos de la curiosidad de la prensa. No obstante, según el reporte, en Argentina la menor se habría sometido a una cirugía estética de busto.
De regreso a Cuba, Maradona organizó una fiesta en el exclusivo Club Havana de la capital para celebrar el 18 cumpleaños de su amante. A la fiesta habría asistido la familia y amigos de la muchacha residentes en Matanzas.
Según el reportaje, la relación se mantuvo hasta 2003. En el mismo periodo Maradona mantenía un noviazgo con la argentina Laura Cibilla y recibía a otras cubanas en La Pradera. Entre ellas estaba Adonay Frutos, una cubana que hizo público su romance con el argentino. Esto último habría terminado con la relación con Mavys.
Gabriel Buono, quien fue asistente durante varios años del futbolista, confirmó a inicios de año que Maradona tuvo dos relaciones más o menos estables con dos cubanas durante su estancia en La Pradera: "Primero con una chica que se llamaba Mavys, que estuvo un tiempo largo con él e incluso vino a Buenos Aires para el partido homenaje de Diego del 2001. Y después llegó Adonay", contó.
Buono las definió como "novias oficiales. Bueno, para nosotros oficiales... (...) Eran compañías", dijo.
En 2019 se destapó un escándalo en Argentina cuando el abogado de Maradona, Matías Morla, reconoció en la televisión que el futbolista tenía tres hijos en Cuba de dos mujeres distintas y que se proponía reconocerlos legalmente. Esto, además de los otros cinco que tuvo con cuatro mujeres diferentes en su país.
Según medios argentinos, al ser consultado sobre si Maradona podría tener más hijos que los conocidos, Morla había dicho en declaraciones previas: "Le tengo miedo a Cuba. Ojalá sea uno (...) él estuvo mucho tiempo allá, estaba soltero y se portó mal".